El Gato con Botas El hijo pequeño de un molinero se lamentaba de su suerte, pues además de haberse quedado sin padre, por toda herencia había recibido un gato gris. -Si consigues unas botas y un sombrero para mí –le dijo un día el gato a su sorprendido dueño-, verás en poco tiempo todas las cosas que yo puedo hacer por ti. Con un saco y una zanahoria el gato preparó una trampa y cogió un conejo gordo y orondo. Después, se presentó ante el rey. –Majestad –le informó el gato-, mi amo os envía este conejo, uno de los miles que hay en sus campos. Al monarca le parecía increíble lo bien que se expresaba un gato. -¿Y cómo has dicho que se llama tu amo? -¡El marqués de Carabás! –respondió con orgullo el gato. Un día le dijo el gato con botas a su dueño: -Amo, debes casarte con la hija del rey. -¿Y cómo un pobre como yo podría casarse con una princesa? -Sigue mis instrucciones: hoy a las doce en punto debes meterte en el río y estarte calladito. El chico no entendía nada, pero obedeció. El gato sabía que era costumbre del rey pasar todos los días a las doce en punto de la mañana en su carroza por el puente que había sobre el río. Cuando vio que aparecía el carruaje, el gato salió de su escondite gritando: -¡Ayuda! ¡Mi señor el marqués de Carabás ha sido asaltado por unos ladrones! ¡Han aprovechado que se estaba bañando y le han robado hasta la ropa! Al rey le faltó tiempo para reaccionar y mandar a sus sirvientes que vistieran con los más ricos ropajes al marqués de Carabás. Felices y contentos, regresaron todos a palacio, donde el monarca decidió casarle con su única hija, la princesa Florinda. Y así fue cómo el gato con botas, con su ingenio, consiguió hacer de su amo todo un príncipe. Como agradecimiento, siendo ya rey, el antiguo marqués nombró a su gato “gran chambelán”, que es, después de sus majestades, quien más manda en el reino.
Le Chat Botté Le jeune fils d'un meunier a déploré son sort car, en plus de se retrouver sans père, son héritage lui a valu de ne recevoir qu'un chat gris. -«Si vous avez une paire de bottes et un chapeau pour moi» - un jour, le chat a dit à son propriétaire surpris - «vous verrez dans peu de temps tout ce que je peux faire pour vous». Avec un sac et une carotte, le chat prépara un piège et attrapa un lapin gros et grassouillet. Plus tard, il se présenta devant le roi: «Majesté», l'informa le chat, «mon maître vous envoie ce lapin. Un des milliers tout au long de ses champs ”. Le monarque a trouvé incroyable à quel point un chat s'exprimait. -Et comment as-tu dit que ton maître s'appelle? --Le marquis de Carabas!- le chat a fièrement répondu. Un jour, le Chat Botté a dit à son maître: - Maître, vous devez épouser la fille du roi. -Et comment un pauvre homme comme moi pourrait-il épouser une princesse? -Suivez mes instructions: Aujourd'hui à midi, tu dois entrer dans la rivière et te taire. Le garçon n'a rien compris mais a obéi. Le chat savait qu’à midi, le roi passait tous les jours dans son char près du pont qui enjambait la rivière. Lorsqu'il vit la voiture apparaître, le chat sortit de sa cachette en criant: -Aidez-moi! Mon Seigneur le Marquis de Carabas a été agressé par des voleurs! Ils ont profité de son heure de bain pour voler ses vêtements! Le roi a immédiatement réagi et a demandé à ses serviteurs d'habiller le marquis de Carabas avec les vêtements les plus riches. Fiers et heureux, ils sont tous revenus au palais, où le monarque a décidé de l'épouser avec sa fille unique, la princesse Florlinda. C'est ainsi que le chat botté, avec son esprit, a réussi à faire de son maître un prince entier. Pour exprimer sa gratitude, étant déjà roi, le marquis a nommé son chat "Grand Chambellan", qui est, après ses majestés, celui qui a le plus d'autorité dans le royaume.